lunes, 13 de mayo de 2013

150 delegados gráficos rechazan la oferta de la cámara patronal



Un plenario histórico
Luego de mucho tiempo los gráficos volvimos a tener un plenario general de delegados. La participación de la Naranja – sistemáticamente excluida por décadas - fue el compromiso que asumió la secretaría de organización luego de la importante movilización a la sede central que numerosos talleres de la oposición realizamos el 26 de marzo. El propósito de aquella acción fue precisamente reclamar la reunión urgente del cuerpo de delegados (con nuestra inclusión) para fijar una posición de conjunto ante la paritaria.  
Siendo una instancia fundamental de deliberación colectiva y unificación del gremio el plenario general resulta hoy más necesario que nunca debido al “cepo” que el gobierno y las patronales pretenden imponerle a las paritarias mientras la inflación  sigue su curso ascendente.
El estado de la negociación confirma este escenario ya que, según  informó  la comisión directiva, la cámara empresaria no se mueve de la pauta oficial: 15 por ciento desde abril y otro 10 en octubre; lo que representa exactamente un 20 por ciento considerando los doce meses de vigencia del acuerdo; a lo que se sumaría una suma no remunerativa de 800 pesos para marzo.
Fue esta intransigencia, luego de un mes de discusiones, la que precipitó la convocatoria (que la directiva “preparó” en encuentros previos con delegados afines para evitar sorpresas); seguramente el desarrollo de los debates actuará como un elemento de presión ante la cámara.
Las dos mociones  
El debate giró en torno a dos posiciones: 1) la moción de la mesa, que se aprobó por mayoría, consistente en rechazar la oferta patronal y ratificar el pedido de 30 por ciento, realizando asambleas por turnos en todos los talleres el lunes 13 y un nuevo plenario para esta misma semana. Y 2) la moción de la Naranja, respaldada por los delegados de la Bordó, que proponía elevar el reclamo al 35 por ciento en una sola cuota y un plan de lucha partiendo de una movilización a la cámara con abandono de tareas. Esta posición obtuvo un tercio de los votos mientras otro pequeño grupo no se pronunció.
Uno de los argumentos contrarios al plan de lucha fue su “inviabilidad” en los talleres chicos. Pero semejante idea se contradice con el concepto mismo de la  paritaria, cuyo sentido justamente reside en la acción común en torno a un pliego de reclamos y en la que el esfuerzo principal corresponde a los sectores más organizados.
La falacia de que la relación de fuerzas no permite hoy alcanzar el 35 por ciento ignora que esa relación no es estática, se modifica con la movilización. Si los trabajadores renunciamos de antemano a ser un factor activo en ese entramado la función del sindicato queda reducida a la mera “gestión”.
En las intervenciones de la oposición se tocaron también otros problemas fundamentales que no estuvieron sin embargo en la agenda de la reunión como el problema del impuesto al salario y la restitución de las asignaciones, la actualización de las categorías y la solidaridad con los conflictos (Crónica, Latingráfica, Ex Lanci).
La “recuperación” K
Por su parte el secretario adjunto Amichetti defendió al gobierno por la “recuperación del trabajo y de las paritarias” y desarrolló una larga apología de la estrategia seguida históricamente por la Federación Gráfica Bonaerense que sin grandes luchas (sic) llevó al gremio gráfico a estar entre los mejor pagos de la industria (sic). Claro que si los 3.300 pesos de bolsillo - que es la mínima del convenio gráfico actualmente - alcanzan para afirmar eso no se entiende de qué recuperación se habla.
Y lo mismo puede decirse sobre los “500 compañeros gráficos que trabajan en cooperativas” mencionados como un ejemplo de preservación del empleo. Algunos de estos casos pueden ser reivindicados por su lucha pero en materia de salarios y condiciones de trabajo son una muestra de la enorme degradación laboral que se consolidó bajo los gobiernos K. Las cooperativas gráficas integran el vasto universo de precarizados y subocupados de nuestro país.
Por el 30 por ciento sin cuotas
El restablecimiento del plenario de delegados es sin dudas un gran paso adelante que fortalece a todo el gremio. Las asambleas (cuya duración no se indica en el acta de las resoluciones aunque se habló de una hora por turno) serán la oportunidad para medir la disposición de la base. Si el objetivo es llegar realmente al 30 por ciento que votó el plenario hay que rechazar las cuotas y las sumas en negro.
Miguel Bravetti

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