jueves, 12 de abril de 2012

Otra gran batalla política de la Naranja

LA CAMPAÑA GRAFICA EN EL TRAMO FINAL La campaña del frente Naranja-Bordó ingresa en su recta final. Con Cedinsa en huelga por mil de aumento, este último tramo se llena de contenido de clase, porque la recorrida de los 160 talleres con el folleto, el afiche y los stickers llevará el reclamo de apoyo a su lucha. La burocracia no empezó la campaña, descansa en el aparato y en el Ministerio de Trabajo, el que miró para otro lado, ya que no hubo entrega de padrones ni publicación de los padrones por establecimiento -cuestión legalmente establecida. Nos orienta una concepción sobre la lucha que está planteada en el seno del movimiento obrero en la actual etapa: la conquista de cuerpos de delegados y sindicatos para el clasismo. Rechazamos la idea de buscar acuerdos con fracciones de la burocracia (“cavar trincheras”) o de adaptarnos a una coexistencia con ella, confinando la actividad a algunas plantas: para La Naranja, el combate por recuperar el gremio es siempre a fondo. Porque brinda una salida de conjunto a los talleres que se sacan de encima a la burocracia sindical y coloca al nuevo activismo en la arena de la lucha política. Las elecciones en una organización obrera concentran la lucha reivindicativa dispersa de carácter fabril, más o menos huelguística, para elevarla a la lucha por un sindicalismo revolucionario. De “tácticas”, estas elecciones no tienen nada. La táctica, en este caso, es el frente de los luchadores para expulsar a la burocracia. Por ello, la Naranja pone enteramente su empeño en la lucha planteada. Por ello les hemos planteado a los compañeros de la Bordó que se sumen a esta batalla en el conjunto del gremio y no sólo en los tres talleres en los que se formó la agrupación. La simpatía por la Naranja-Bordó se manifiesta en una amplia capa de trabajadores y en el activismo. El gran dilema del 20 de abril es si podremos, esta vez, quebrar el fraude que está en marcha una vez más. También, en este terreno, desarrollamos una gran lucha: forzamos una reunión con la Junta Electoral en el Ministerio de Trabajo, como resultado de la cual imprimieron en la sede sindical más copias de los padrones y ya hemos impugnado varias urnas: AGM, Instituto Salesiano, Encuadernación Moreno y Luba. Han caído más de 500 afiliados que no correspondían -es decir “inflados”. Seguimos, sin embargo, reclamando -ahora en la Justicia- que se nos entregue una copia del padrón definitivo. Aun así, la batalla clave será el día 20. Todo está dispuesto para dificultar la fiscalización: no hay gremiales previos para el permiso, las patronales aprietan y no hay día pago -como sí lo hay para los fiscales de la Lista Verde. Esto requiere una movilización excepcional, obrera, de base, la que se va a jugar el día y los puestos de trabajo en muchos casos. La Naranja está empeñada en esta tarea ciclópea. Catorce días antes, estamos en 120 fiscales naranja. Hay que llegar a 200: si militamos las dos agrupaciones del frente, lo podemos conseguir. La Conferencia Sindical convocada por el Partido Obrero el próximo 14 de abril será también una gran oportunidad para reunir decenas de activistas gráficos para que debatan, junto a centenares de delegados y sindicalistas clasistas de diversos frentes de todo el país, la perspectiva de desarrollo de agrupaciones sindicales de masas en todo el movimiento obrero. Miguel Bravetti

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