jueves, 12 de abril de 2012

Ciento veinte horas de paro por salario en Cedinsa

A través de un petitorio, se inició un reclamo para mejorar las atrasadísimas condiciones salariales y laborales de los compañeros del taller. Entre los puntos, el que mayor expectativa generaba -sobre todo en los compañeros más distantes de la comisión interna- era el del presentismo (para el cual se había pedido 500 pesos con la posibilidad de faltar tres veces con justificación). La respuesta de la patronal hizo estallar la bronca de años y años de reivindicaciones atrasadas. La empresa planteó que, cada fin de mes, quince personas -que no tuvieran más de dos faltas justificadas- iban a recibir 200 pesos en un baucher para el supermercado Vea. Lo más insólito es que ¡esto se iba a definir por sorteo! Además, se le iba a dar en lugar de la categoría 5 que se reclamaba para los operarios de línea -quienes actualmente tienen la 4- 180 pesos, los que iban a ser descontados cuando se diera el aumento por paritarias. El lunes 2 de abril, se realizó una asamblea en el cambio de turno mañana/tarde, la que reunió a casi la totalidad de ambos horarios y en la cual los trabajadores votaron por unanimidad que, luego de la provocación montada por la empresa, se iba a pedir 1.000 pesos de presentismo y la categoría 5 para todos los operarios de línea, además de declarar el estado de asamblea permanente con retención de tareas hasta tanto la empresa no diera una respuesta. La empresa llamó a los delegados para decirles que no había respuesta y que iba a pedir la conciliación obligatoria. El martes se presentó el delegado del ministerio en la empresa para tratar de levantar la medida, por lo que presionó a la comisión interna con la excusa de que el lunes habría una audiencia para dictar la conciliación obligatoria. La respuesta de los trabajadores fue contundente: no se levantaría la medida hasta que los delegados no volvieran del ministerio. Se dictó la conciliaciòn, pero la asamblea obrera decidió no acatar hasta que el sindicato notifique a la fábrica. Al cierre de esta edición iban cinco días de huelga. La FGB llega a la mesa servida, la interna se fortalece Los representantes de la FGB se metieron en la reunión que la interna le arrancó a la patronal, en una planta con absolutamente todas las máquinas paradas, y luego bajaron para hablar en la asamblea por una medida con la que no tuvieron nada que ver. Al otro día, hicieron una acción propagandística en la puerta. El hecho de que aparecieran ahora, cuando los trabajadores han logrado la unidad, y no cuando realmente era necesario en defensa de la reincorporación de Giselle Medrano en el momento en que fue despedida, no cayó bien en fábrica. La comisión interna, que pasó de ser cuestionada por la mitad de la fábrica a ser respaldada por la totalidad de los trabajadores, tiene ahora la tarea de reforzar la unidad de los compañeros sobre la base de la lucha por recuperar las reivindicaciones pendientes. Se ha dado un gran salto. Corresponsal

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