miércoles, 10 de abril de 2002

POR EL TRABAJO, EL SALARIO, LA SALUD….FUERA DUHALDE Y EL FMI

Desde diciembre a marzo, el costo de la canasta familiar de productos alimenticios básicos ha crecido un 88,27 %. Y hoy el 50% de los trabajadores argentinos gana menos de $400 (Clarín 3/4/02), es decir está por debajo de la línea de pobreza. La mayoría de los gráficos se cuenta en esa franja de la estadística. La ofensiva patronal contra el salario no sigue solo el camino sinuoso de la devaluación y la inflación sino en muchos casos el de la rebaja directa; esto ya lo hemos sufrido en infinidad de talleres, como Ipesa, Crónica, etc. ¿Cómo se explica que el sindicato no esté planteando un aumento salarial de emergencia? ¿Será que nuestros dirigentes no tienen que vivir con un ingreso obrero, no hacen sus compras en el almacén, no viajan en colectivo….? El agravamiento de la quiebra industrial con sus secuelas de cierres de empresas (Quebecor), de despidos y suspensiones en masa (Crónica) es junto a la tregua de los sindicatos un descomunal factor de contención. Pero la necesidad de una acción colectiva del movimiento obrero en defensa de nuestro trabajo, de nuestro salario, de nuestra salud, se hace cada día mas patente. La huelga general que necesitamos vendrá de abajo. La gestan la lucha triunfante de los municipales de San Lorenzo por aumento de salarios, la huelga indefinida de los docentes de Rio Negro, el paro ferroviario, la lucha de Zanon y Brukman. Esa es la alternativa que impulsamos. Por eso construimos el Bloque Piquetero y fuimos protagonistas de la asamblea nacional de ocupados y desocupados; por eso nos movilizamos el 11 en apoyo a Brukman y El Gráfico y estaremos el 20 junto a las asambleas populares en el cacerolazo nacional por el programa votado en el plenario sindical convocado por el Bloque Piquetero, que incluye entre otros puntos: Aumento de emergencia de un 50% para todos los trabajadores, fijación de un mínimo de $600 actualizado desde el 1º de Enero de acuerdo a una canasta básica de alimentos e indexación de todos los salarios según la inflación. Rechazo a todo aumento de tarifas y servicios públicos; excepción de su pago a los desocupados y tarifas sociales a todo aquel que gane menos de $600. Control de precios mediante apertura de los libros de los pulpos capitalistas a las organizaciones obreras y populares. Defensa del aguinaldo. Prohibición de despidos y suspensiones. Reapertura de todas las fábricas cerradas mediante su estatización y puesta en funcionamiento bajo control obrero. Reparto de horas de trabajo sin afectar el salario. Plan de obras públicas por puestos genuinos de trabajo. Por eso impulsamos el 1º de Mayo un acto unitario en Plaza de Mayo que sea la oportunidad de una gigantesca movilización política contra el gobierno hambreador y su mandante, el F.M.I. Para que se vayan todos: los Duhalde y los Alfonsín, los Escasany, los Daer y los Ongaro.

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